“El juego es un mecanismo natural de aprendizaje. El ser humano ha nacido para aprender jugando. Cuanto tú proporcionas algo natural y que se forma en nosotros de manera motivadora vas a fomentar que el aprendizaje sea más significativo. El vehículo conductor es una emoción positiva. Se activa la capacidad en el alumno/a para buscar un enfoque de ese contenido en varios ámbitos, es decir, la aplicación de los contenidos aprendidos a cualquier ámbito.

Es el mecanismo natural de aprendizaje nacido de la curiosidad más primaria y cuya emoción permite que sobreviva en el tiempo, dando por resultado grandes aprendizajes. Se trabajan las funciones ejecutivas, que nos brindan la inteligencia fluida. Eso es lo que va a determinar mi desempeño en la vida real, no solo en el ámbito académico. ”